DÍA DEL ÁRBOL EN MÉXICO

Los árboles son componentes muy importantes de la naturaleza; un solo individuo puede proveer albergue y alimento a mamíferos, aves, reptiles, anfibios, hongos, insectos, gusanos y caracoles. Incluso son el sustrato de otras plantas, como las orquídeas, los musgos y helechos.

Cuando en su conjunto forman bosques, proveen otros servicios ecológicos: permiten el desarrollo de los ciclos del agua y del carbono, evitan la erosión del suelo y regulan el clima en la región donde se desarrollan.

El ser humano también se beneficia de la presencia y servicios que los arboles proporcionan. Los bosques evitan la ocurrencia de deslaves, minimizan el riesgo de inundaciones y reducen el volumen y velocidad de cauces de cuerpos de agua. El arbolado urbano proporciona áreas de sombra y reduce la contaminación y las emisiones excesivas de bióxido de carbono. De ellos, obtenemos recursos forestales, desde madera, leña y carbón, hasta alimentos, medicamentos y resinas, entre otros. Por si fuera poco, los árboles han sido fuente de inspiración artística, cultural y religiosa para muchas poblaciones humanas; también forman zonas de recreación y ambientes agradables de descanso y vivienda.

En México y en otros países, celebramos el Día del Árbol con el objetivo de reconocer la importancia de los servicios ambientales que estos organismos proporcionan, pero también para generar consciencia sobre la necesidad de proteger las superficies arbóreas ante problemas como la contaminación de la atmósfera y, en mayor escala, el cambio climático. Desde 1959 y por decreto presidencial, celebramos el Día del Árbol en México el segundo jueves del mes de julio de cada año.